El Frente de Gremios Estatales y Municipales pidió al Gobierno provincial que los trabajadores públicos cobren un bono de fin de año de $5.000. El principal argumento para el reclamo son los efectos negativos de la inflación y de la suba de tarifas de los servicios públicos en los salarios de los trabajadores. Requirieron que se abone en diciembre.
Los referentes sindicales enviaron una nota al gobernador, Juan Manzur, en el que incluyan también una serie de reivindicaciones salariales y laborales.
Entre los puntos principales se encuentra el que se incluyan en el Presupuesto 2017 fondos suficientes para otorgar un incremento salarial que recomponga los bolsillos afectados por la inflación.
También el blanqueo de las sumas adicionales no remunerativas ni bonificables (en negro) para los agentes que estén a 10 años de jubilarse. Otro ítem del petitorio es que se incorporen a planta permanente a los trabajadores que estén en transitoria.
El listado incluye la solicitud para que suban las asignaciones familiares y se completa con el anhelo de que se sancione una ley que disponga que los empleados que se jubilen o que fallezcan sean reemplazados por un familiar. El escrito lleva las firmas de Martín Rodríguez (ATE) y de los municipales Enzo Alarcón (Simoca), Vicente Ruiz (Aguilares), Diego Giménez (Monteros), Sergio Ramos (Famaillá), Julio Parra (Bella Vista), Carlos Reinoso (Yerba Buena), Víctor Varela (Concepción) y Carlos Medina (Alberdi), entre otros.
En agosto, los estatales habían instado al Ejecutivo a adelantar la última cuota -15%- del aumento del 30% que habían pactado durante las reuniones paritarias en abril. También habían pedido un bono especial. A fines de septiembre, Manzur anunció que se abonaría una compensación por única vez de $ 750 a los empleados. La medida se dispuso para todos los agentes, excepto los docentes. Se debe a que los educadores, según el Gobierno, arreglaron antes la suba y cobraron un mes de aumento más que el resto de los estatales.